About me

Me llamo Marta, soy española y hace poco cumplí 30 años (dejémoslo ahí). Estudié Periodismo, pero me considero muchas otras cosas antes que periodista. Mi primer blog nació en 2005 y era un diario de mi vida en París, la moda "del momento". Se llamaba Marta en París (nunca fui muy original con mis títulos) y me dio muchas alegrías: conocí a gente interesante, conseguí algunos trabajos y me hizo darme cuenta de que me gustaba escribir, compartir y contar cosas a desconocidos. Después vinieron otros blogs que nunca actualicé demasiado. Y luego llegó DolceCity, una web donde escribí cada semana durante 5 años sobre Madrid y luego sobre París. 

Internet. No me obsesiona la seguridad en Internet (sé que algún día me arrepentiré), doy mis datos demasiado alegremente y estoy suscrita a miles de millones de newsletters que jamás leo. Mi bandeja de entrada de gmail es un absoluto desastre. Me gusta informarme a través de redes sociales, donde hago click en absolutamente todo. Me gusta la publicidad, tanto en revistas como en Internet, los concursos y comprar online. Me puedo tirar un día entero en el sillón sin saber explicarte qué he hecho exactamente. Me encanta pasear por Google Maps y capturar fotos, y también guardar las "páginas de error", que colecciono en una carpeta de mi ordenador que se llama Wrong Page.

Vivo en París. No vine aquí por obligación, sino que elegí este destino para vivir. De pequeña nunca sentí una atracción especial por París. Me llamaban la atención las ciudades donde se hablaba inglés, idioma que me obsesiona desde mi infancia. Llegó el instituto y mi madre me obligó a apuntarme a francés (nunca se lo he agradecido, gracias mami). Me pareció un idioma horroroso, impronunciable y mal sonante. No ayudó mucho la profesora de francés que me tocó, una mujer insoportable y ridícula, ni ese frío y eterno intercambio que hicimos con un instituto parisino. Sin lugar a dudas, no fue un flechazo. Sin embargo, ninguna de las cosas más importantes de mi vida ha sido un flechazo. Años más tardé conocí al hombre de mi vida (tampoco fue un flechazo) y él me propuso venir a vivir a París juntos. Me pareció la idea más romántica del mundo y de repente el francés me pareció el idioma más bonito, melódico y poético que jamás había escuchado. Y París, la ciudad más bella del planeta.

¿Por qué Oh là la? Sin duda es muy poco original, pero tras varios meses de comedura de cabeza para elegir el nombre del blog elegí estas 3 palabras. Para mí Oh là là siginifica algo. Fue una de las primeras frases que oí en francés y, entre mi primera etapa parisina y la segunda la adopté como nickname en muchas redes sociales. Antes de venir a vivir a París pensaba que era una expresión de libro que raramente se escuchaba en las calles. Me encantó descubrir como los franceses la pronuncian a menudo. Para mí, Oh là là es la representación de un cliché que en realidad existe, como muchos otros. Como el hecho de que los parisinos van con camisetas de rayas y lleven baguettes debajo del hombro. 


Mi blog es como meterte en mi cabeza y darle al botón de mezlcar, un poco disperso. No trata de nada en general, sino de muchas cosas en particular. De lo que me hace soñar y me inspira. Me gusta todo lo que me proporciona placer visual: la fotografía, la ilustración, la publicidad, la moda, los cómics, el arte... y sobre todo el cine, que además consigue que me olvide de las cosas menos buenas de la vida. El mejor plan que me puedes proponer es una sesión doble con palomitas. Me gustan un montón de cosas que se describen mejor con imágenes que con palabras. Me he propuesto escribir el blog en español y en francés, con la esperanza de mejorar mi francés escrito, (aunque no dudo que habrá miles de faltas).

Me gusta. Soy de Madrid y es una ciudad que adoro. Creo que es la ciudad más acogedora de todas las que he estado y en ella nadie se siente un extranjero. París es mi ojito derecho, una ciudad que conozco muy bien gracias a todos los posts que escribí en DolceCity y a las vueltas que me he dado durante estos años. Además tengo debilidad por las guías de viaje, que acumulo sin ningún sentido (tengo más de 15 de París). Cambio de humor y de ideas con frecuencia, lo cual no ayuda mucho en mis proyectos personales. Cada 4-5 años necesito un gran cambio en mi vida: cambio de ciudad, de casa, de trabajo... Mi memoria es bastante mala, aunque soy megaorganizada y las cosas importantes no se me olvidan. Bailo fatal pero no me importa (las cosas buenas de la edad) y soy impaciente por naturaleza, nunca he conseguido llegar a casa con las patatas del McDonalds. 



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